domingo, 13 de mayo de 2012

La carretera del Tipnis punta de lanza hacia la destrucción de la reserva ecológica del Isiboro Secure.


La carretera del Tipnis punta de lanza hacia la destrucción de la reserva ecológica del Isiboro Secure.

 











Por: Rolando Luigi Roca Pando

Índice:
Resumen
Introducción.
Desarrollo.
Conclusión.














Resumen:______________________________





El desarrollo de obras de infraestructura vial, traerá consigo daños irreversibles para la biodiversidad del Tipnis, Zona de protección ecológica.










El proyecto de construcción de La carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos, contempla un tramo de construcción vial por medio del Territorio Indígena parque Nacional Isiboro Secure (Tipnis), de llegar a construirse traerá consecuencias irreversibles sobre la fauna y la flora de la región, patrimonio ecológico y pulmón verde de los Bolivianos. 
El territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) tiene una ubicación geográfica en medio de la selva existente entre los departamentos del Beni y Cochabamba, presenta una extensión territorial de aproximada de 1.225.347 hectáreas habitadas principalmente, por tres comunidades de indígenas: moxeños, yurakares y chimanes, además de una riqueza en flora y fauna,  árboles como el mapajo que tienen una presencia de miles de años y animales silvestres endémicos y  de especies en peligro de extinción.
El Tipnis es un territorio privilegiado, comienza en los andes sobre los 3000 mts. Sobre nivel del mar y termina en una llanura baja a 180 mts. Sobre el nivel del mar lo que promueve la existencia de hábitats en una región catalogada como refugio pleistocenico. Su importancia es inigualable como gran gestor de precipitaciones pluviales, aportando 6.000 mm/ año y generador de oxigeno.
En la actualidad se estima que existen unos 52 asentamientos de colonos con cerca de 20.000 familias dentro del área protegida. La enorme presión agrícola soportada en la región limítrofe del Chapare ha provocado el avance de la colonización dentro del TIPNIS, lo que viene generando continuos conflictos dentro del área protegida entre pueblos originarios y campesinos por la presión y el uso de la tierra. El área colonizada dentro del TIPNIS alcanza en la actualidad alrededor de 200.000 hectáreas.
En este contexto, no es difícil imaginar que la construcción de una carretera a través del TIPNIS tendría unas consecuencias ecológicas y socio-culturales desastrosas.


La obras de desarrollo vial traen consigo 2 clases de impactos, los impactos directos y los indirectos, cada uno afecta de manera diferente y ambos contribuyen a la destrucción de la flora y la fauna en una determina zona, según los manifestó Máximo Liberman, Biólogo.
La flora se ve afectada debido al fraccionamiento del Ecosistema, lo cual la elimina parcialmente; en el caso de la fauna se crea una “barrera” para la dispersión o movimientos locales, se interrumpe las cadenas alimenticias y se genera una migración a lugares alejados. En ambos casos se destruye el hábitat. Por eso es importante tener en cuenta serios estudios y análisis antes de construir una carretera
Los impactos directos son a corto plazo y tienen que ver con la construcción propiamente dicha de la vía o carretera, y envuelve la tala de árboles, compactado y relleno del terreno, aplanado, dinamitado, asentamiento humano, generando contaminación de residuos y desechos tóxicos, gasolina, aceites, desechos orgánicos,  aguas negras junto con detergentes y otros propios del las actividades generadas por el asentamiento de los obreros en la zona.
Otro daño directo que ocasiona la construcción de las carreteras tiene que ver con los recursos acuáticos, la experiencia muestra como se ven afectados los peces, cuando su hábitat se ve expuesto a injerencias externas, por ahora los peces están desovando en lugares libres de grandes concentraciones movimientos comerciales, botes, lanchas a motor etc.
El impacto indirecto se percibe a mediano y a largo plazo y son producto de los asentamientos de personas mediante la colonización, el crecimiento de la frontera agrícola, los colonos comienzan a talar los árboles y a realizar quemas, realizando sus chacos, cuando las tierras ya están cansadas los colonos las convierten en potreros para la cría de ganado vacuno.
Paralelamente a las orillas de la carretera se desarrolla todo un comercio informal sin orden ni control, al no existir infraestructura básica estos asentamientos humanos contaminan los fuentes hídricas, contaminándolas con aguas negras.
La carretera también abre las puertas a todo tipo de depredadores como los cazadores y pescadores que no respetan temporadas de apareamiento y gestación; los pescadores inescrupulosos  muchas veces usan dinamita para extraer los peces, por lo que las especies piscícolas empiezan a extinguirse.
 Empresas como las madereras inician actividades en las zonas, estableciendo sus puntos base monte adentro para luego sacar su producción por la carretera. Los caminos adyacentes que son abiertos por las empresas madereras contribuyen a los colonizadores a penetrar también monte adentro  para cazar, talar y chaquear.  Los mismos caminos son usando también por cazadores furtivos que llegan a estos lugares aun vírgenes para depredar la fauna.
En el caso de construir una carretera a través del Tipnis las implicaciones de daño al medio ambiente son muy agravantes puesto que se trata de una reserva ecológica con una diversidad en fauna y flora muy rica, con especies endémicas, arboles de presencia milenaria, además el bosque aporta valiosos recursos pluviales de los cuales dependen otras poblaciones, así como también la producción de oxigeno.
De construirse una carretera por medio del Tipnis, este está condenado a desaparecer como históricamente se ha demostrado con la construcción de otras carreteras en zonas vírgenes boscosas y los que le sucedió a su entorno.
Así sucedió en el pasado con una empresa petrolera americana,  la Shell Oil and Company, construyo un camino en la década de los 60 en la parte sur del Tipnis, una vez la corporación se retiro la gente comenzó a colonizar a través del camino, formaron sus chacos, desforestando la zona, realizando quemas, para luego convertirla en cocales, destruyendo el entorno y el equilibrio ecológico del lugar.
Haciendo un resumen de lo expuesto podemos afirmar que se confirma la tesis que el  desarrollo de obras de infraestructura vial causa impactos negativos en la biodiversidad del la zona por donde se implemente.
Por lo tanto se recomienda no construir ninguna obra de desarrollo de infraestructura vial en zonas de protección ecológica, puesto que privaría a generaciones futuras de un lugar que constantemente produce energías renovables de beneficio común para la humanidad en su conjunto.

Bibliografía:
IMPACTO AMBIENTAL DE PROYECTOS
CARRETEROS. EFECTOS POR LA
CONSTRUCCION Y CONSERVACION DE
SUPERFICIES DE RODAMIENTO: II
PAVIMENTOS RIGIDOS
Secretaría de comunicaciones y transporte de mexico.
Autores:  José Luis Hernández Michaca
Víctor Manuel Sánchez Granados
Irene Castillo Chaires
Sergio Alberto Damián Hernández
Rodolfo Téllez Gutiérrez
Publicación Técnica No. 173
Sanfandila, Qro. 2001
Faunagua 
Paul Van Damme
Máximo Lieberman
Biólogo.

domingo, 25 de marzo de 2012

La construcción de la carretera a través de Tipnis destruirá el Ecosistema del parque.


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